18 diciembre, 2011

PONER LA MESA

Peras y uvas - Gris

¿Para qué se usan ciertos cubiertos, qué vinos son aconsejables con determinados alimentos, por qué lado se sirve la comida? Como éstas y otras dudas más engorrosas se nos pueden presentar a cualquiera, daremos modesta cuenta de lo que son las buenas maneras, de un modo simple y práctico, por si a alguien le pudieran ayudar a salir airoso de algún brete. Así, pues, ¿qué tal comenzar preparando el escenario para una cena?
Raramente en el entorno familiar se presta importancia al aspecto estético y protocolario de la mesa. Sin embargo, cuando se nos presentan invitados siempre es agradable sorprenderles con una buena presencia, que garantice igualmente la comodidad. Para ello es preferible seguir ciertas normas. En términos generales, el anfitrión ha de garantizar que el espacio sea agradable y no esté sobrecargado de elementos decorativos, que la iluminación se halle a una altura media y no moleste a los comensales, y que la disposición de las sillas evite las fastidiosas patas de la mesa. Todo estará dispuesto de modo los invitados se vean bien, a la hora de conversar.
Una vez seleccionada la mantelería (tela o hilo), colocamos los platos, a cuya izquierda se disponen las servilletas. En algunos casos, según lo formal que sea la comida, se suelen colocar platitos para el pan (de plata, alpaca, porcelana), a la izquierda superior del plato. Igualmente, debajo de los platos a utilizar, se puede colocar un plato base (también llamado bajo-plato o de respeto), que no se usa para comer y que se retira antes de servir los postres.
Reconocer los cubiertos y las copas permite no equivocarse en los manejos, cuando uno es invitado. La disposición de la cubertería, la vajilla y la cristalería es importante. Los cubiertos se disponen teniendo en cuenta que los más alejados del plato son los primeros a utilizar. Los tenedores se colocan a la izquierda del plato y los cuchillos y las cucharas a la derecha. Fundamental: los cuchillos siempre con el filo hacia el plato. En la parte superior de éste se colocan los cubiertos para postre o fruta. Esta forma de disponer la cubertería, que es la europea, se llama continental.
En cuanto a las copas, lo más normal es situarlas un poco escoradas a la derecha superior del plato, en línea de mayor a menor y de izquierda a derecha... Aunque su adecuada ubicación no siempre asegura que sepamos para qué es cada una de ellas. Hasta hace unos años era de rigor que la copa del agua fuera la más grande, pero hoy ya se ve a mucha gente que prefiere servir los vinos tintos de calidad en las copas más hermosas, que, según los expertos, permiten la evaporación de aromas sin dificultad. Como es bien sabido, para el vino blanco, y también para el cava y el champán, se suelen usar copas alargadas de cuello estrecho y tallo largo que permite cogerlas sin calentar el vino con la mano. Por cierto, las copas nunca han de llenarse hasta el borde, en especial las de cava o champán.
Y, en fin, esto es lo básico... pero también lo suficiente, a la hora de dar un toque de distinción a la cena que ofrezcamos a nuestras amistades.
 
ir arriba