31 mayo, 2009

SAWABONA - Gikovate

Aello - Picabia

«No sólo el avance tecnológico marca el inicio de este nuevo milenio. Las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de amor. Lo que hoy se busca es una relación compatible con los tiempos actuales, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos; y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar.
»La idea romántica de que una persona sea el remedio para nuestra felicidad, está llamada a desaparecer. Este amor parte de la premisa de que uno necesita encontrar su otra mitad para sentirse completo. Así, muchas veces se da un proceso de despersonalización que históricamente ha alcanzado más a la mujer, cuando se anulaba a sí misma para amalgamarse al proyecto masculino.
»Sin embargo, la idea de este siglo es la asociación. Estamos cambiando el amor de necesidad por el amor de deseo. Me gusta y deseo la compañía, pero no la necesito, lo que es muy diferente.
»A medida que cambia el mundo, nos hemos de ir reciclando para adaptarnos a él. Estamos entrando en la era de la individualidad, que nada tiene que ver con el egoísmo. El egoísta no tiene energía propia: se alimenta de la energía de los demás, sea financiera o moral. Con el avance tecnológico, las personas van perdiendo el miedo a estar solas y aprendiendo a vivir mejor consigo mismas. Se dan cuenta de que se sienten parte de un todo, pero son enteras. El otro, con quien se establece un vínculo, también se siente una parte; pero no es el príncipe o salvador de nadie, sino solamente un compañero de viaje.
»Las relaciones de dominación y de concesiones exageradas son cosa de siglos pasados. Cuando pensamos que el otro es nuestra alma gemela, en verdad lo que hacemos es inventarlo a nuestro gusto. Así, la nueva forma de amor apunta a la aproximación de dos enteros y no a la unión de dos mitades. Cuanto más capaz sea el individuo de vivir solo —algo que se puede trabajar—, más preparado estará para una buena relación afectiva. Pues, quien está solo de vez en cuando, establece un diálogo interno y descubre su fuerza personal. En la soledad el individuo entiende que la armonía y la paz de espíritu sólo se pueden encontrar dentro de uno mismo, y no a partir de los demás. Al percibir esto, ese uno se vuelve más comprensivo con las diferencias, respetando la forma de ser del otro...
»Y es que el amor entre dos personas enteras es el bien más saludable. En este tipo de unión está el abrigo, el placer de la compañía y el respeto por el ser amado; ninguno exige nada del otro y ambos crecen.

»Sawabona es un saludo usado en el sur de África, que viene a decir: “Yo te respeto, yo te valoro y tú eres importante para mí”. Como respuesta, el otro contesta: Shikova, que es: “Entonces, yo existo para ti.”»

Adaptación resumida de un texto del psiquiatra brasileño Flavio Gikovate, que aborda el cambio de paradigma respecto de las relaciones de pareja que se están dando en el nuevo milenio.
 
ir arriba