29 noviembre, 2009

WILDE

Café - Grosz

A Wilde le precede su fama, en gran medida proveniente de sus ingeniosos y cáusticos aforismos sobre las relaciones entre los hombres y las mujeres, el matrimonio, el arte, la literatura, la vida social, la condición humana...
En mi personal empeño por discernir entre lo esencial y lo superfluo (entre otras cosas para desprenderme de esto último), espero que llegue el día en que mi equipaje sea tan liviano que todo cuanto lo componga quepa en una sola habitación. Los centenares de libros que aún tengo, para entonces serán probablemente tan sólo tres o cuatro decenas. Y entre ellos, si no lo he vuelvo a regalar una vez más, estará El retrato de Dorian Gray.

Oscar Wilde falleció en París, el 30 de noviembre de 1900.

Hablar
No voy a dejar de hablarle, sólo porque no me preste atención. Me gusta escucharme. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.

Escuchar
Es peligroso escuchar. Se corre el riesgo de que le convenzan; y un hombre que permite que le convenzan con una razón, es un ser absolutamente irracional.

Opinar
Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan. Sin duda, por eso mismo, las opiniones imparciales carecen de valor.
 
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