Casi recién llegado a casa, el último día de octubre abrí el blog y encontré un comentario de mi amigo Javier, en el que me participaba el fallecimiento de Modest Cuixart, uno de los pintores actuales que más me gustan y de quien, a saber por qué extraño hado, elegí su obra «Nemesius», para encabezar la anterior entrada. Seguía y sigo a Cuixart desde que hace más de 20 años unos amigos barceloneses, que le conocían, nos regalaran una preciosa litografía suya, firmada de su puño y letra, y que cuelga en el recibidor de casa. Por lo que se ha podido leer en la prensa estros días, tuvo una grave caída, como consecuencia de la cual moría aquella mañana del 31. Para hoy tenía preparado el recordatorio de otro pintor de mi agrado, Egon Schiele, sin embargo mi admiración por la obra pictórica de Modest Cuixart tiene un lugar preferente.
Podría extenderme largamente, con información sacada de los medios periodísticos de estos días, pero casi prefiero, sin más, dejar aquí cuatro líneas y un par de cuadros. Diré sólo que creó el grupo Dau al Set, en la Barcelona de mediados los años 50, con varios pintores entre los que se encontraba su primo, el también hoy tan reconocido Antoni Tàpies.
Os invito a localizar parte de su obra en Internet y a visitar, si pudierais, su Fundación en la Plaça Montcada de Barcelona.
Podría extenderme largamente, con información sacada de los medios periodísticos de estos días, pero casi prefiero, sin más, dejar aquí cuatro líneas y un par de cuadros. Diré sólo que creó el grupo Dau al Set, en la Barcelona de mediados los años 50, con varios pintores entre los que se encontraba su primo, el también hoy tan reconocido Antoni Tàpies.
Os invito a localizar parte de su obra en Internet y a visitar, si pudierais, su Fundación en la Plaça Montcada de Barcelona.