Walt Whitman y su amor a los hombres:
o al que limpia las cloacas,
le beso en la mejilla como a un hermano.
Y juro por mi vida que nunca lo negaré.»
Walt Whitman y los dolores de
también en el banquillo, y me juzguen y me condenen.
No hay un enfermo de cólera que exhale su último suspiro
sin que yo agonice con él.
Mi rostro es ceniciento, mis músculos están tensos,
la gente se aparta de mí.
Los pordioseros se encarnan en mí y yo me encarno en ellos.
Tiendo mi sombrero, me siento avergonzado y pido limosna.»
Walt Whitman y Dios:
más prodigioso que yo mismo.
¿Por qué desearía yo ver a Dios mejor que en este día?
Algo veo de Dios en cada hora de las veinticuatro
y en cada uno de sus minutos.
En el rostro de los hombres y de las mujeres veo a Dios,
y en mi propio rostro en el espejo».
-Walt Whitman falleció el 26 de marzo de 1892-
Extractos de Hojas de Hierba.