05 julio, 2009

PELIGROSA ALTERIDAD - Er Tato

Volando - Iturria

Llovía fuera y yo sin paraguas. Era la excusa perfecta. Desde que llegué a aquel sanatorio mental, siempre había deseado corretear desnudo bajo la lluvia por sus hermosos jardines, chapotear en los charcos para mojarme desde abajo, pasar desapercibido entre el resto de chiflados. Justo cuando empezaba a desabrocharme excitado el cinturón del pantalón, llegó corriendo la enfermera, haciéndome señas apresuradas con el brazo en alto. Disculpe la tardanza, aquí tiene mi paraguas, espero que no le avergüence el estampado de flores, doctor Fernández, me dijo entre jadeos, antes de desearme un buen fin de semana. Hasta el lunes, Carmen, contesté contrariado, recomponiéndome la figura.

Este es uno de los críticos, ingeniosos y siempre agudos retazos que puede uno encontrarse en La taberna del Tato, un ameno espacio, a orillas del Guadalquivir, que os animo a visitar.
 
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